Tras muchos virajes en el mundo del periodismo local, hoy he saltado la frontera de Jerez para acudir de tertuliana invitada a la capital donde los compañeros y compañeras de Onda Cádiz ejercen cada mañana en el programa Buenos Días la sana tarea de la tertulia, de la conversación, del debate, de la confrontación de ideas...
En este nuevo papel, que espero poder repetir en otras ocasiones, me he reencontrado con la periodista que llevo dentro y que a veces cuando te dedicas a la comunicación política o institucional pasa levemente a un segundo plano.
Hablar en libertad sea cual sea el foro, es un ejercicio necesario y que nos deberíamos imponer más los seres humanos. ¿Cuántos conflictos podrían tener un fin menos belicoso si se hablara más, si se da opción al diálogo y se respetan las ideologías y creencias de cada uno cuando cada cual representa su papel?. Seguro que menos.
Hoy además de alegrarme de saludar a otros compañeros como Daniel Barea, ahora en las altas jerarquias provinciales del PP y con el que he compartido momentos de mucha cordialidad y simpatía; y de entristecerme profundamente por otros compañeros que atraviesan momentos dificiles como mi querido Jaro, he vuelto a reafirmar mi amor por esta bendita profesión que a veces nos maltrata y nos trae de cabeza cual títere impasible.
Pero sobre todo me ha satisfecho comprobar como, en los momentos complicados, encuentras amigos por todas partes. Gracias a uno en especial, mi amigo Pepe, que siempre apoya mis movimientos y el de otros muchos periodistas de esta provincia que siempre recurren a él cuando lo necesitan y a los que jamás ha dado la espalda...
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