30 de enero de 2015



DEMASIADOS ADIOSES




El año ha empezado con demasiados adioses. Un hasta luego a veces sin despedidas que nos revuelve las entrañas. Soles que un día iluminaron tu vida, y la de muchos que incomprensiblemente no entienden la revirada del destino.
Cuando nadie te preguntó tu opinión, y te destrozó el alma, ¿a quien pedir perdón?. Allá en el cielo mi estrella cantarina perdió su camino en el inicio de su madurez y cuando apenas comenzó a saborear su vida. Otro ser humano con quien entendí la simplicidad de la vida y la injusticia del dolor y la muerte. Tanto sufrimiento para quienes aún siquiera han comenzado a peinar canas y tantos recuerdos a medio hacer no pueden morir antes de nacer. A mis ángeles de amor, mi abrazo más grande porque estarán siempre en mi corazón. Entre el suelo y el cielo