Pesadumbre en el alma. En los corazones dolientes...
El gris del cielo nos arrastra a un estado de desesperanza como si el horizonte nos hubiese dicho adiós para siempre, como si el mundo se parara lentamente en un equinoccio triste y somnoliento.
Las fuerzas se caen al suelo y la valentía empuja por liderar la batalla.
Son tiempos para la sonrisa hilada, la felicidad como cortafuegos y la alegría escondida por las esquinas de la ciudad impasible.
Creencias en un futuro mejor, de oportunidades, de prosperidades aletargadas...porque ya nadie cree en nada. Tiempos duros para la libertad y el crecimiento personal. Tiempos fáciles para el respeto, la solidaridad y el cariño para quienes amamos y nos aman..
La monotonía de la lluvia sobre los cristales vuelve y empaña nuestras vidas. Valor para quienes sufren y comprensión para quienes acompañan. Confío en un futuro mejor para tí y para mí...
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