25 de abril de 2010

LA VIDA SIGUE SU CURSO

Siempre fui de las que pensé que el trabajo era de las principales prioridades de mi vida. Una reflexión personal que comparto ahora que mis ratos de ocio son más extensos y he ingresado en la larga nómina de desempleados de la ciudad. Ahora mi empleo es la vida. Estar más tiempo con mi hija y con los míos; esos que nunca te traicionan ni dan la espalda y que saben recompensar tus horas de entrega y sacrificio. Esta nueva y terapéutica situación, que recomiendo a muchos estresados, te hace saborear nuevas experiencias que hacen más verdadero lo que más importa: el amor, la familia y los amigos. Esa era la otra puerta a la que me refería en mi anterior post, aunque algunos vieran otras cosas inexistentes. Sin duda mi pasión, el periodismo, se aparca ahora en otros rincones de mi espacio vital donde emergen con fuerza otras cuestiones que motivan día a día mi existencia y la de mi entorno. De momento me quedo con eso y doy las gracias a todos quienes en estos días han descolgado el teléfono para saber de mí…

1 comentario:

Laura dijo...

Claro que si...
La vida sigue y seguirá.
Y lo mejor, y lo sabes, que no estás sola para seguirla viviendo...

P.D.- Seguimos teniendo pendiente un desayunito o algo ¿no?