POR UN COMERCIO DEL CENTRO MÁS COMPETITIVO
Si por algo se ha caracterizado el centro de Jerez, desde que tengo uso de razón, era por la vida que daban sus comercios. Unos establecimientos que han pervivido en muchos casos por su posición estratégica en el casco histórico y en otros por la superviviencia que significa tener cientos y cientos de funcionarios/as en la calle de lunes a viernes.
Los fines de semana y sobre todo en verano, otros gallos cantaban. Frente al dinamismo empresarial de otras ciudades, los comerciantes del centro de la ciudad se volvieron conformistas, acostumbrados a los ingresos fijos del calendario festivo local, las fiestas de otoño y poco más. Y de ahí los festivos, los sábados y domingos, el centro cerrando la verja a cal y canto.
Las incursiones en el mundo del ocio, asociado al consumo en los comercios, han sido casi nulas con el problema añadido del precio considerable de los aparcamientos privados. La valentía tampoco ha brillado por su presencia en la visión empresarial. ¿Cuántas veces, tras una función del Teatro Villamarta, o de Noches de Bohemia en la época estival, muchos han vuelto a casa sin poder tomar siquiera una copa?. La que les escribe, entre ellas.
Ahora, con los grandes establecimientos que han llegado de la mano del Gobierno socialista, ha llegado el debate. ¿Se hunde el centro?, ¿Medidas compensatorias?,etc... Ya está bien del victimismo y buscar siempre la colaboración de las administraciones públicas en mil y un planes comerciales. Con mis impuestos no vale la promoción de empresas privadas y de sus pingües beneficios. Modernizarse o morir, y ahora el camino es duro y más corto: el que marca el pelotón de cabeza.
Lo cierto es que las grandes multinacionales sí que han encontrado filón a Jerez y lo han aprovechado, y eso nadie puede reprocharselo. ¿Castigarlos por invertir en tiempos de crisis más de 500 millones de euros y crear miles de empleos en proyetos como Zahav, Ikea, Área Sur, Luz Shopping, la ciudad del automovil Kinetica y próximamente Outlet Jerez?....
Ya es hora de que nuestro comercio tradicional levante cabeza, sus titulares apuesten por ser mas competitivos en horarios y precios, y dejen de mirarse el ombligo. Todo en esta vida es compatible, y la oferta diferente que ofrece el escenario histórico del centro debe ser aprovechado. Camarón que no nada.... se lo lleva la corriente, dice el refrán.
Los fines de semana y sobre todo en verano, otros gallos cantaban. Frente al dinamismo empresarial de otras ciudades, los comerciantes del centro de la ciudad se volvieron conformistas, acostumbrados a los ingresos fijos del calendario festivo local, las fiestas de otoño y poco más. Y de ahí los festivos, los sábados y domingos, el centro cerrando la verja a cal y canto.
Las incursiones en el mundo del ocio, asociado al consumo en los comercios, han sido casi nulas con el problema añadido del precio considerable de los aparcamientos privados. La valentía tampoco ha brillado por su presencia en la visión empresarial. ¿Cuántas veces, tras una función del Teatro Villamarta, o de Noches de Bohemia en la época estival, muchos han vuelto a casa sin poder tomar siquiera una copa?. La que les escribe, entre ellas.
Ahora, con los grandes establecimientos que han llegado de la mano del Gobierno socialista, ha llegado el debate. ¿Se hunde el centro?, ¿Medidas compensatorias?,etc... Ya está bien del victimismo y buscar siempre la colaboración de las administraciones públicas en mil y un planes comerciales. Con mis impuestos no vale la promoción de empresas privadas y de sus pingües beneficios. Modernizarse o morir, y ahora el camino es duro y más corto: el que marca el pelotón de cabeza.
Lo cierto es que las grandes multinacionales sí que han encontrado filón a Jerez y lo han aprovechado, y eso nadie puede reprocharselo. ¿Castigarlos por invertir en tiempos de crisis más de 500 millones de euros y crear miles de empleos en proyetos como Zahav, Ikea, Área Sur, Luz Shopping, la ciudad del automovil Kinetica y próximamente Outlet Jerez?....
Ya es hora de que nuestro comercio tradicional levante cabeza, sus titulares apuesten por ser mas competitivos en horarios y precios, y dejen de mirarse el ombligo. Todo en esta vida es compatible, y la oferta diferente que ofrece el escenario histórico del centro debe ser aprovechado. Camarón que no nada.... se lo lleva la corriente, dice el refrán.
1 comentario:
Susana ¿y que pasa cuando el producto una vez comprado no te satisface? pues pasa que te dicen "lo siento pero no puedo darle el dinero tome otra cosa". O cuando vas a pagar "lo siento este establecimiento tiene por costumbre no usar tarjetas de crédito"
Total renovarse o morir
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