24 de octubre de 2010

MIS AMIGOS

Cuando menos los necesitas se cuentan por manojos. O de eso al menos presumen algunos y algunas. La amistad verdadera es más limitada, no entiende de sexos, de edades, ni siquiera del devenir inexorable del tiempo. Como decía una canción de Hombres G "....mis amigos están aquí y sabrán que hacer". En este momento me encuentro con la oportunidad de descubrir a los verdaderos, a los que nunca te defraudarán de verdad y no te darán la espalda. A aquellos que son capaces de aceptar tus disculpas cuando las pides sinceramente y aquellos/aquellas que de vez en cuando descuelgan el teléfono interesándose sobre como estarás. Los demás están de sobra y para mí se bautizan como advenedizos de la amistad. Simples conocidos, como sabiamente dice mi madre. Ayer tuve la oportunidad de compartir un día entero con algunos de ellos. Mis amigos Esteban y Amparo me hicieron pasar un día inolvidable, contagiados por el momento dulce que ellos mismos experimentan, y me demostraron que estuvieron a mi lado cuando caí y lo están igualmente cuando levanté. A ellos dedico este post y a su futuro sueño...

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